¿Qué valoran realmente las mujeres por encima de un "chico bueno"?

A menudo nos enfrentamos a una paradoja que resuena en conversaciones y reflexiones personales: la creencia de que «los chicos buenos siempre terminan últimos». Esta idea, aunque popular, a menudo surge de una interpretación incompleta de las dinámicas de la atracción humana. Si en un artículo anterior exploramos la idea de que, si bien las mujeres pueden desear una combinación de múltiples cualidades en una pareja, no todas esas cualidades se valoran con la misma intensidad. La investigación sugiere que, frente a la necesidad de hacer concesiones, atributos como la amabilidad, la lealtad y la inteligencia a veces pueden ser relegados a un segundo plano.

Hoy, profundizaremos en el porqué de este fenómeno. No se trata de que las mujeres prefieran parejas con malas intenciones, sino de un complejo sistema de prioridades que a menudo se malinterpreta.

Una Cuestión de Prioridades: El Experimento Mental de los Dos Jefes

Para entender esta dinámica, hagamos un pequeño experimento mental. Imagina que tienes dos ofertas de trabajo sobre la mesa.

En la primera empresa, el jefe, llamémosle Javier, es una persona excepcional. Se preocupa genuinamente por tu bienestar, apoya activamente tus metas profesionales, invierte en tu desarrollo y demuestra una gran empatía cuando necesitas tiempo libre. Valora tu opinión y fomenta un ambiente de colaboración. En resumen, encarna las mejores cualidades intangibles que se pueden desear en un líder.

En la segunda empresa, el jefe, digamos que se llama Marcos, es todo lo contrario. Es funcional, distante y te ve principalmente como un recurso para cumplir objetivos. No muestra interés en tus sueños o tu crecimiento personal. Sin embargo, esta empresa te ofrece un salario tres veces mayor, tiempo libre ilimitado y un paquete de beneficios que supera con creces cualquier otra oferta en el mercado.

¿Qué oferta aceptarías? La gran mayoría de las personas, tras una reflexión pragmática, se inclinarían por la segunda opción. No elegirían ese trabajo porque el jefe sea indiferente, sino a pesar de ello. La elección se basa en el paquete global de beneficios tangibles (salario, flexibilidad, seguridad), y el carácter del jefe se convierte en un factor secundario o incidental.

Traduciendo el Salario y los Beneficios al Mundo de las Citas

Esta analogía nos ayuda a iluminar las decisiones en el ámbito de las relaciones. Según admiten muchas, la amabilidad, la lealtad y la inteligencia no suelen ser los factores prioritarios en la búsqueda inicial de pareja, de la misma manera que la «declaración de misión» de una empresa rara vez es el factor decisivo para un solicitante de empleo. Sería ideal que lo fuera, pero no compite con los elementos más tangibles y atractivos de la oferta.

Las mujeres, como cualquier persona que toma una decisión importante, se sentirán atraídas por el «paquete» que consideren más valioso. Y son ellas quienes definen qué constituye ese paquete. A menudo, esto incluye factores como el atractivo físico, la seguridad financiera, un estilo de vida interesante o una fuerte conexión emocional y pasional. Si un hombre que posee estas cualidades es, además, amable, leal e inteligente, mucho mejor. Pero esos rasgos, por sí solos, no suelen ser el principal motor de la atracción inicial.

No se elige a un hombre por ser un «canalla»; se elige a un hombre que resulta ser atractivo, exitoso o emocionante, y el hecho de que pueda carecer de otras virtudes se vuelve, como en el caso del jefe, un aspecto incidental.

La Narrativa del Ego Herido: ¿Consuelo o Realidad?

Entonces, ¿qué sucede con los «chicos buenos»? ¿Qué pasa con los «Javieres» del mundo que no pueden competir en los terrenos que las mujeres parecen valorar más prioritariamente? Cuando un hombre siente que no puede competir en atractivo físico, estatus, ingresos o en ofrecer una vida de emociones intensas, ¿qué le queda?

A menudo, se refugia en los atributos donde sí puede destacar: su amabilidad, su inteligencia y su lealtad. Comienza a construir una narrativa en la que estas cualidades son intrínsecamente superiores, como un mecanismo para proteger su ego y sentirse mejor que los hombres que sí son elegidos. Se crea así el mito del «chico bueno» que es rechazado injustamente.

Sin embargo, si aceptamos los hallazgos de la psicología evolutiva y social, a las mujeres sí les importan estas cosas, pero a menudo las valoran más en el contexto de una pareja estable a largo plazo, una vez que se han cumplido otros criterios de selección más primarios.

Luchar contra esta realidad es como nadar contra la corriente. Nos aleja de una comprensión clara de la naturaleza humana y, por lo tanto, disminuye nuestras probabilidades de alcanzar los objetivos que nos proponemos. Entender esta dinámica, sin juicios morales, es el primer paso para navegarla con mayor sabiduría. No se trata de cambiar quién eres, sino de comprender qué es lo que realmente se valora en el mercado de las relaciones para poder presentarte de una forma más completa y auténtica.

Referencias

  • Buss, D. M. (2016). The Evolution of Desire: Strategies of Human Mating. Revised and Updated Edition. Basic Books.
    Este libro es una obra fundamental en la psicología evolutiva que explora las diferencias en las estrategias de apareamiento. Explica cómo las mujeres han desarrollado una preferencia por parejas que demuestran tener recursos y estatus, ya que eran indicadores fiables para la supervivencia. La amabilidad y la inteligencia son valoradas, pero a menudo dentro del contexto de estas otras cualidades más primarias.
  • Li, N. P., Bailey, J. M., Kenrick, D. T., & Linsenmeier, J. A. (2002). The necessities and luxuries in mate preferences: Testing the tradeoffs. Journal of Personality and Social Psychology, 82(6), 947–955.
    Este estudio confirma la idea central del artículo. Los investigadores demostraron que, con un «presupuesto» limitado para elegir pareja, las personas priorizan «necesidades» (como estatus o ingresos) sobre «lujos» (como la amabilidad). Esto respalda la analogía del jefe: se asegura el «salario» antes de preocuparse por si el jefe es «agradable».
  • Miller, G. (2000). The Mating Mind: How Sexual Choice Shaped the Evolution of Human Nature. Doubleday.
    Miller argumenta que capacidades como la inteligencia y la creatividad evolucionaron como indicadores de aptitud para atraer pareja. Sin embargo, aclara que estos indicadores compiten con otros más directos de salud y estatus, lo que ayuda a entender por qué la inteligencia por sí sola puede no ser suficiente si no se traduce en otros indicadores de éxito fácilmente perceptibles.
Necesita iniciar sesión para enviar mensajes
Iniciar sesión Registrarse
Para crear su perfil de especialista, por favor inicie sesión en su cuenta.
Iniciar sesión Registrarse
Necesita iniciar sesión para contactarnos
Iniciar sesión Registrarse
Para crear una nueva Pregunta, por favor inicie sesión o cree una cuenta
Iniciar sesión Registrarse
Compartir en otros sitios

Si está considerando la psicoterapia pero no sabe por dónde empezar, una consulta inicial gratuita es el primer paso perfecto. Le permitirá explorar sus opciones, hacer preguntas y sentirse más seguro al dar el primer paso hacia su bienestar.

Es una reunión de 30 minutos, completamente gratuita, con un especialista en Salud Mental que no le obliga a nada.

¿Cuáles son los beneficios de una consulta gratuita?

¿Para quién es adecuada una consulta gratuita?

Importante:

Si está considerando la psicoterapia pero no sabe por dónde empezar, una consulta inicial gratuita es el primer paso perfecto. Le permitirá explorar sus opciones, hacer preguntas y sentirse más seguro al dar el primer paso hacia su bienestar.

Es una reunión de 30 minutos, completamente gratuita, con un especialista en Salud Mental que no le obliga a nada.

¿Cuáles son los beneficios de una consulta gratuita?

¿Para quién es adecuada una consulta gratuita?

Importante:

Sin Conexión a Internet Parece que ha perdido su conexión a internet. Por favor, actualice su página para intentarlo de nuevo. Su mensaje ha sido enviado