¿Por qué sufrimos más en la imaginación que en la realidad?

«Hay más cosas, Lucilio, que pueden asustarnos que aplastarnos; sufrimos más a menudo en nuestra imaginación que en la realidad». Con estas palabras, el filósofo estoico Séneca consolaba a su buen amigo Lucilio, revelando una verdad tan profunda hoy como lo fue hace dos milenios. Las personas que viven en un estado de preocupación constante no habitan el presente. Su mente es un viajero incansable que se adentra en el misterioso reino de lo que está por venir, un lugar donde se dedican a trazar, planificar y calcular cómo enfrentar un destino adverso que, quizás, nunca llegue.

Aun con todo su deseo de controlar el futuro, permanecen anclados en el presente, porque el futuro no existe más allá de nuestra propia mente. No podemos vivir en él ni predecirlo con certeza. Podemos, por supuesto, hacer planes, pero la vida suele desplegarse de maneras inesperadas y sorprendentes. A pesar de ello, muchos de nosotros fijamos la atención en lo desconocido, fantaseando sin cesar sobre cómo se nos presentarán cosas que escapan a nuestro control. Séneca observó este fenómeno y le opuso el razonamiento estoico, explicando por qué preocuparse es un ejercicio inútil y ofreciendo sabios consejos para liberarnos de esa carga.

La tiranía de un mañana inexistente

La idea de que el futuro no existe no niega el transcurso del tiempo. Es evidente que lo que ocurre ahora pronto será pasado, y que estamos constantemente expuestos a un torrente de novedades, como la cima de una montaña frente a una tormenta. La tormenta es incontrolable; viene de todas las direcciones y a distintas velocidades. La montaña no puede predecir lo que se avecina; solo puede resistir y observar cómo los momentos van y vienen.

De igual manera, sabemos que algo va a suceder, pero por mucho que intentemos prepararnos, el futuro que imaginamos carece de fundamento. No es más que un conjunto de ideas que van desde conjeturas descabelladas hasta pronósticos basados en experiencias pasadas. Sin embargo, muchas personas se ven abrumadas por estas ideas, sufriendo miedos que se basan en la especulación y no en la verdad. Como decía Séneca: «La verdad tiene sus propios límites definidos, pero lo que surge de la incertidumbre se entrega a las conjeturas y a la licencia irresponsable de una mente asustada».

El precio real de nuestros miedos imaginarios

Séneca notó que algunas cosas nos atormentan antes de tiempo, y otras, cuando en realidad nunca llegarán a hacerlo. Esto ocurre porque tenemos el hábito de «exagerar, imaginar o anticipar el dolor». La mente humana, a veces, crea falsas formas del mal donde no existe ninguna. O, como él mismo afirmaba, «Tuerce hasta lo peor algunas palabras de significado dudoso; o imagina que algún rencor personal es más grave de lo que realmente es».

Este hábito de preocuparse no es solo desagradable. Existen numerosas pruebas científicas que sugieren que la preocupación puede, literalmente, enfermarnos. Esto significa que, aunque el futuro no existe, nos preocupamos por él hasta el punto de dañar nuestra salud. Afortunadamente, los escritos de Séneca nos proporcionan antídotos.

Antídotos estoicos para una mente serena

El remedio de Séneca consiste en fortalecer la mente con verdades sobre la realidad y cambiar nuestra postura ante la fortuna y la desgracia.

  1. Consulte su propia historia de resiliencia. Séneca le recuerda a su amigo que, aunque muchas desgracias le han sobrevenido, siempre ha logrado mantenerse firme. Si miramos nuestra propia vida, es probable que lleguemos a la misma conclusión: lo que anticipamos como una catástrofe a menudo resulta ser menos grave de lo que imaginábamos. La ironía es que la mayor parte del sufrimiento ocurre antes del evento. La ansiedad ante un examen, por ejemplo, puede ser mucho más dolorosa que el examen en sí. La raíz de este miedo reside en nuestras creencias sobre las consecuencias, pero mientras estas no se materialicen, ¿por qué sufrir por ellas?
  2. Anclarse en el presente. Para discernir entre sufrimientos reales e imaginarios, Séneca ofrece una regla simple: nos atormentan las cosas presentes, las futuras o ambas. Sobre lo presente, la decisión es fácil. Si goza de libertad y salud, y no sufre ningún daño externo, entonces hoy no hay nada malo. «En cuanto a lo que pueda sucederte en el futuro, ya lo veremos más adelante».
  3. Confíe en su propio juicio. Nos dejamos influir con demasiada facilidad por las opiniones de los demás. Hay muchas personas con visiones limitadas que se complacen en sembrar el miedo. Séneca nos insta a consultar a la razón y a confiar en nuestros propios sentimientos, pues nadie conoce nuestros asuntos mejor que nosotros mismos. El antídoto es discernir con cuidado entre la imaginación y la realidad. Cuando descubrimos que nuestros miedos se basan en fantasías o exageraciones, la preocupación se desvanece.
  4. Abrace la naturaleza caprichosa del destino. Séneca nos aconseja no sacar conclusiones precipitadas sobre lo que nos depara la Fortuna (la diosa del azar y el destino). A veces, la «desgracia» que anticipamos se hace realidad. Sin embargo, otras veces los acontecimientos dan un giro tan inesperado que nos vemos liberados. Una antigua historia habla de un hombre que, perseguido por un tigre, salta a un pozo solo para encontrar una serpiente en el fondo. Se aferra a una raíz que unos ratones están royendo. Su destino parece sellado, pero la fortuna puede conceder una salida incluso en las peores circunstancias. «Incluso la mala suerte es caprichosa», afirmaba Séneca.

El antídoto es mantener una mente abierta, sabiendo que no podemos juzgar un evento antes de que suceda. Esto no es negar que puedan ocurrir cosas malas, sino encontrar un camino intermedio entre la ignorancia y la obsesión. Evaluamos conscientemente la situación actual, manteniendo todas las opciones abiertas. Y si la desgracia es segura pero aún no ha llegado, ¿de qué sirve correr a su encuentro? Como concluye el filósofo: «Ya sufrirás cuando llegue; mientras tanto, espera cosas mejores».

Referencias para profundizar

A continuación, se presentan algunas obras que fundamentan y amplían las ideas expuestas en este artículo.

  • Séneca, Lucio Anneo. Epístolas morales a Lucilio.
    Esta es la fuente primaria de la sabiduría compartida en el artículo. En particular, la Epístola 13 («Sobre los miedos infundados») aborda directamente el tema de la preocupación por el futuro, conteniendo las citas clave sobre sufrir más en la imaginación que en la realidad. La obra en su conjunto es un manual esencial del pensamiento estoico sobre la ética, la serenidad y el arte de vivir.
  • Irvine, William B. A Guide to the Good Life: The Ancient Art of Stoic Joy. Oxford University Press, 2009.
    Este libro ofrece una interpretación moderna y accesible de la filosofía estoica, haciéndola aplicable a los desafíos contemporáneos. Irvine dedica capítulos a técnicas estoicas específicas para manejar la ansiedad y las emociones negativas, como la «visualización negativa» (imaginar la pérdida de lo que valoramos para apreciarlo más), un concepto derivado directamente de las enseñanzas de Séneca y otros estoicos. Explica cómo la lógica estoica puede reconfigurar nuestra respuesta al miedo sobre el futuro.
  • Clark, David A., y Beck, Aaron T. Cognitive Therapy of Anxiety Disorders: Science and Practice. The Guilford Press, 2010.
    Aunque es un texto clínico, esta obra fundamenta científicamente las observaciones de Séneca desde la perspectiva de la terapia cognitivo-conductual (TCC). Los autores, pioneros en este campo, explican cómo los «pensamientos automáticos negativos» y las «distorsiones cognitivas» (como la catastrofización sobre el futuro) son el núcleo de los trastornos de ansiedad. El libro demuestra empíricamente la afirmación de que sufrimos por nuestras interpretaciones y predicciones imaginarias más que por los hechos reales, validando el enfoque estoico de examinar y desafiar nuestros propios pensamientos para reducir el sufrimiento.
Necesita iniciar sesión para enviar mensajes
Iniciar sesión Registrarse
Para crear su perfil de especialista, por favor inicie sesión en su cuenta.
Iniciar sesión Registrarse
Necesita iniciar sesión para contactarnos
Iniciar sesión Registrarse
Para crear una nueva Pregunta, por favor inicie sesión o cree una cuenta
Iniciar sesión Registrarse
Compartir en otros sitios

Si está considerando la psicoterapia pero no sabe por dónde empezar, una consulta inicial gratuita es el primer paso perfecto. Le permitirá explorar sus opciones, hacer preguntas y sentirse más seguro al dar el primer paso hacia su bienestar.

Es una reunión de 30 minutos, completamente gratuita, con un especialista en Salud Mental que no le obliga a nada.

¿Cuáles son los beneficios de una consulta gratuita?

¿Para quién es adecuada una consulta gratuita?

Importante:

Si está considerando la psicoterapia pero no sabe por dónde empezar, una consulta inicial gratuita es el primer paso perfecto. Le permitirá explorar sus opciones, hacer preguntas y sentirse más seguro al dar el primer paso hacia su bienestar.

Es una reunión de 30 minutos, completamente gratuita, con un especialista en Salud Mental que no le obliga a nada.

¿Cuáles son los beneficios de una consulta gratuita?

¿Para quién es adecuada una consulta gratuita?

Importante:

Sin Conexión a Internet Parece que ha perdido su conexión a internet. Por favor, actualice su página para intentarlo de nuevo. Su mensaje ha sido enviado