La Terapia Centrada en la Persona (TCP) se difundió en Hispanoamérica como una brisa fresca frente a enfoques más normativos. Su postulado es contundente: cada ser humano guarda una tendencia actualizante que, si encuentra condiciones de aceptación y congruencia, florece en autoafirmación y creatividad. El terapeuta actúa como “suelo fértil”, ofreciendo empatía profunda, autenticidad y valoración incondicional. Bajo este clima, el consultante se anima a explorar zonas de sí que antes parecían ...
En consulta, la TCP privilegia la experiencia presente. Más que descifrar síntomas, acompaña procesos vivos: temblores en la voz, pausas que revelan dudas, metáforas que densifican significados. El profesional refleja lo que escucha con delicadeza: “Noto que al nombrar ese recuerdo tu mirada se aviva, ¿quieres quedarte ahí un momento?”. Tales intervenciones delicadas invitan a la persona a profundizar en su momento fenomenológico.
Estudios de la Universidad de Chile mostraron incrementos sostenidos en autoestima y regulación emocional después de dieciséis sesiones quincenales de TCP en adultos con ansiedad moderada. En contextos educativos, consejeros formados en enfoque centrado en la persona facilitan círculos de diálogo que reducen conflictos escolares, al validar la vivencia estudiantil sin imponer juicios.
La postura no directiva suscita críticas: se teme que falte estructura ante crisis agudas. Sin embargo, terapeutas experimentados integran la TCP con intervenciones de crisis breves cuando el riesgo lo requiere, sin abandonar la actitud básica de respeto incondicional. El consenso ético invita a explicar al consultante el marco metodológico, clarificar límites y derivar, si es necesario, a servicios especializados.
Optar por la Terapia Centrada en la Persona es elegir un viaje de autodescubrimiento sostenido por la presencia genuina de otro. En tiempos donde abundan recetas rápidas, este enfoque recuerda que el cambio profundo germina desde adentro, cuando la persona se siente capaz, digna y libre de explorar su propia voz.