La Terapia de Procesamiento Cognitivo (Cognitive Processing Therapy, CPT) se ha convertido en un referente para el tratamiento del trastorno por estrés postraumático en América Latina. A diferencia de la exposición prolongada, que se centra en revivir la experiencia, la CPT examina las creencias centrales que la persona construyó tras el hecho traumático: “no puedo confiar en nadie”, “soy débil”, “siempre pasará de nuevo”. Estas ideas, conocidas como «stuck points», alimentan emociones de culpa, vergü...
El protocolo estándar comprende 12 sesiones semanales de 60 minutos, estructuradas en cuatro bloques: psicoeducación, reconocimiento de pensamientos automáticos, cuestionamiento socrático y elaboración de un nuevo relato vital. Todo inicia con la lectura del “Impact Statement”, una narrativa breve donde el paciente describe cómo el trauma cambió su forma de ver la seguridad, la autoestima y el futuro. A lo largo del proceso, este documento se reescribe; cada versión refleja avances en la desconstruc...
En entornos con recursos limitados, la CPT grupal ha demostrado ser tan eficaz como la individual. Investigadores de la Universidad de Antioquia aplicaron un formato de 8 sesiones a sobrevivientes del conflicto armado colombiano y obtuvieron descensos significativos en síntomas intrusivos y evitación. Además, la modalidad virtual, impulsada durante la pandemia, ha permitido atender a migrantes venezolanos dispersos en distintos países, reduciendo costos de desplazamiento y barreras idiomáticas median...
La terapia emplea fichas de “pensamiento‑emoción‑comportamiento” y asigna tareas semanales de redacción donde el paciente detecta pensamientos como “si hubiera sido más fuerte, no me habría pasado”. El terapeuta enseña a clasificar distorsiones (“lectura de mente”, “catastrofismo”) y a formular respuestas lógicas basadas en evidencias. Paralelamente, se introducen técnicas de regulación fisiológica — respiración diafragmática, grounding sensorial — para manejar la activación autonómica que surge cuan...
El compromiso es clave: quien se embarca en CPT debe estar dispuesto a escribir fuera de la sesión, leer en voz alta pasajes difíciles y practicar habilidades en situaciones reales. Sin embargo, los resultados suelen ser transformadores: mejoras en la calidad del sueño, disminución de pesadillas y una nueva narrativa que integra el trauma sin definir la identidad. Estudios del Instituto Nacional de Salud Mental de Perú indican que los efectos se mantienen a los 12 meses, con recaídas mínimas.
Antes de iniciar, es importante verificar que el profesional cuente con formación acreditada en CPT y experiencia en trauma complejo. Una entrevista inicial permite aclarar dudas, acordar expectativas y evaluar la química terapéutica. Cuando el proceso se desarrolla en un marco de confianza y respeto, la Terapia de Procesamiento Cognitivo se convierte en una brújula que orienta al sobreviviente del caos a la reconstrucción de su propio significado vital.
