Lesión cerebral traumática (LCT) es el daño en el cerebro ocasionado por un golpe, sacudida o penetración craneal que altera la conciencia, la memoria o la estructura cerebral. Se clasifica en leve, moderada y grave según la puntuación Glasgow y hallazgos de neuroimagen; sin embargo, la gravedad inicial no siempre predice la evolución funcional.
Mecanismos de daño: fuerzas de rotación y aceleración producen estiramiento axonal difuso, hemorragias petequiales y edema. La excitotoxicidad por glutamato y la cascada inflamatoria generan lesión secundaria en las primeras 48 h.
Sintomatología:
- Física: dolor de cabeza, fotofobia, trastornos vestibulares, alteraciones del sueño, crisis epilépticas.
- Cognitiva: problemas de atención sostenida, memoria episódica, función ejecutiva y velocidad de procesamiento.
- Emocional: depresión, explosividad, apatía, ansiedad social, cambios en la percepción de uno mismo.
Impacto psicosocial: la LCT puede interrumpir educación, empleo y relaciones. Las familias asumen roles de cuidadores sin preparación, lo que aumenta estrés y riesgo de burnout.
Abordaje rehabilitador:
- Neurorehabilitación intensiva en las primeras semanas para aprovechar la neuroplasticidad.
- Terapia ocupacional y fisioterapia orientadas a tareas significativas.
- Reeducación cognitiva con software especializado y entrenamiento metacognitivo.
- Intervención psicológica centrada en duelo por las pérdidas funcionales y redefinición de proyectos.
- Tratamiento médico: anticonvulsivos profilácticos, ISRS, moduladores del sueño.
Tecnología: exoesqueletos, interfaces cerebro‑computadora y realidad virtual para simulación de actividades cotidianas aceleran la recuperación.
Seguimiento: monitorizar disautonomía, trastornos hormonales hipofisarios y deterioro cognitivo progresivo. El retorno al deporte de contacto requiere protocolos escalonados y evaluación neurocognitiva seriada.
Prevención: cascos homologados, campañas viales, detección de violencia doméstica y adecuación de entornos para mayores de 65 años.
Mensaje: con intervenciones tempranas y apoyo integral, muchas personas con LCT logran reinsertarse en la escuela, el trabajo y la vida social, demostrando la extraordinaria capacidad de adaptación del cerebro humano.
