
Trastornos del pensamiento —también llamados trastornos psicóticos— abarcan un grupo de afecciones en las que la percepción de la realidad, la coherencia cognitiva y el lenguaje se ven alterados. Incluyen esquizofrenia, trastorno delirante, trastorno esquizoafectivo, trastorno psicótico breve, esquizofreniforme y psicosis inducida por sustancias. Estos diagnósticos comparten síntomas núcleo: delirios, alucinaciones, lenguaje desorganizado y deterioro funcional.
Principales cuadros
- Esquizofrenia: delirio, alucinaciones auditivas, afecto plano y déficit cognitivo.
- Trastorno delirante: creencias falsas sostenidas sin pérdida global de funcionamiento.
- Psicosis breve: desorganización aguda que remite en menos de un mes.
- Esquizofreniforme: síntomas esquizofrénicos de 1 a 6 meses.
- Psicosis inducida por sustancias: cocaína, anfetaminas, THC de alta potencia.
Señales de alarma: ideas paranoides, frases inconexas, conductas extrañas, declive social, abandono del autocuidado. En jóvenes: suspender estudios o aislarse súbitamente.
Etiología: interacción entre vulnerabilidad genética, complicaciones perinatales, uso temprano de cannabis, trauma, discriminación y estrés migratorio. Los neurotransmisores dopamina y glutamato juegan un papel central.
Tratamiento integral:
- Antipsicóticos atípicos —risperidona, quetiapina, aripiprazol—; clozapina para resistencia.
- Terapia cognitivo‑conductual específica para psicosis.
- Programas de intervención temprana (EIS) con enfoque comunitario.
- Rehabilitación cognitiva, social y laboral.
- Psychoeducación familiar para disminuir la emoción expresada.
Estigma: la representación mediática de “locura peligrosa” margina a las personas y retrasa la búsqueda de ayuda. Testimonios de recuperación, periodismo responsable y primeros auxilios en salud mental reducen el estigma.
Estrategias de autocuidado: mantener rutinas, dormir 7–8 h, evitar drogas recreativas, técnicas de respiración cuadrada, actividades significativas (arte, deporte). Reconocer signos tempranos de recaída y contactar al equipo tratante.
Mensaje final Los trastornos del pensamiento son tratables. Con intervención temprana, fármacos adecuados y apoyo psicosocial, muchas personas recuperan proyectos vitales, mostrando que la esperanza y la recuperación son realidades posibles.