
El Trastorno de Personalidad Antisocial es una condición psicológica caracterizada por el desprecio persistente hacia las normas sociales y los derechos de los demás.
Quienes lo padecen suelen mentir, manipular, tener comportamientos delictivos y no mostrar remordimiento por sus actos. También pueden tener problemas para establecer vínculos emocionales estables y mantener un empleo.
Desde la psicología, este trastorno representa un riesgo no solo para quien lo sufre, sino también para su entorno. La falta de empatía y el comportamiento impulsivo pueden afectar gravemente la vida social.
El tratamiento se basa principalmente en la psicoterapia, que ayuda a entender las causas y a modificar conductas. En algunos casos, se emplean medicamentos para controlar la agresividad o la impulsividad.
Con ayuda profesional, es posible avanzar hacia una vida más equilibrada y reducir los comportamientos perjudiciales para uno mismo y para los demás.