
El abuso sexual se refiere a cualquier actividad sexual sin consentimiento válido, ya sea mediante fuerza, coerción, manipulación emocional o explotación de la vulnerabilidad. Incluye violación, manoseo, exhibicionismo, explotación sexual infantil y coacción online. La mayoría de los agresores son conocidos por la víctima, lo que añade una capa de traición y confusión emocional. En América Latina, las estadísticas revelan elevados índices de impunidad y subregistro debido a estigmas ...
Impacto psicológico: estrés postraumático, disociación, depresión, trastornos de ansiedad, consumo de sustancias, conductas autolesivas y problemas de intimidad. En menores, puede afectar lenguaje, rendimiento escolar y desarrollo socioemocional. Las víctimas también pueden experimentar culpa y vergüenza internalizada, sentimientos alimentados por entornos que cuestionan o minimizan su relato.
Indicadores: lesiones inexplicables, pesadillas recurrentes, evitación de personas o lugares, cambios súbitos de humor, sexualización temprana en niños. Adultos pueden presentar flashbacks, hipersexualidad o aversión al contacto.
Atención inmediata: garantizar seguridad, examen médico‑forense, profilaxis de ITS y apoyo psicológico de urgencia. La denuncia es un derecho, pero la decisión de interponerla corresponde a la víctima adulta; en menores, la ley exige notificación.
Intervenciones terapéuticas:
- Terapia cognitivo‑conductual centrada en trauma – exposición narrativa graduada, reestructuración de culpabilidad.
- EMDR – reprocesamiento de recuerdo traumático.
- Terapias somáticas – yoga, mindfulness, técnicas de respiración para regular sistema nervioso.
- Grupos de supervivientes – validación y construcción de red de apoyo.
- Fármacos: ISRS, ansiolíticos breves, moduladores del sueño.
Justicia y reparación: acompañamiento legal sensible al trauma, evaluación de riesgo y órdenes de alejamiento. Modelos de justicia restaurativa permiten a algunas víctimas sentirse escuchadas y participar en su proceso de recuperación.
Prevención: educación integral en sexualidad, programas de consentimiento, formación profesional ante señales de abuso y políticas institucionales de tolerancia cero. Plataformas digitales deben contar con filtros y protocolos frente a grooming.
Mensaje final El abuso sexual no define el valor de la persona. Con terapia especializada, apoyo comunitario y sistemas de justicia efectivos, la recuperación y la resiliencia son posibles.