
El periodo posparto abarca los primeros doce meses tras el nacimiento y supone una transformación física, hormonal y psicosocial de gran magnitud. El útero involuciona, los niveles de estrógeno y progesterona caen bruscamente y la prolactina se mantiene elevada para iniciar la lactancia. Estos cambios pueden provocar sudoraciones, temblores de frío, dolor pélvico y una montaña rusa emocional. Paralelamente, la identidad de la madre se redefine: deja atrás la gestación y se enfrenta al...
Salud mental Hasta un 80 % de las madres experimentan “tristeza posparto” durante la primera semana —llanto fácil, irritabilidad—, que suele remitir sola. Si la sintomatología se prolonga y limita el cuidado del bebé, se considera depresión posparto. Entre los factores de riesgo destacan antecedentes depresivos, partos traumáticos, falta de apoyo, problemas de pareja y bebés prematuros. Los padres también pueden padecer depresión posnatal, lo que afecta la dinámica familiar.
Prevención y abordaje:
- Plan posparto — acordar distribución de tareas, designar contactos de emergencia y prever descansos programados.
- Acompañamiento profesional — revisiones con matrona, fisioterapeuta de suelo pélvico y psicólogo para monitorizar dolor, incontinencia y ajuste emocional.
- Terapia breve cognitivo‑conductual o basada en la aceptación y el compromiso para manejar culpa y ansiedad.
- Fármacos — ISRS compatibles con la lactancia; las benzodiacepinas se reservan para crisis puntuales bajo supervisión.
- Redes de apoyo — grupos de lactancia, comunidades virtuales seguras y familiares informados disminuyen la sensación de aislamiento.
Rol de la pareja: participar en el contacto piel con piel, asumir tareas domésticas y validar emociones promueve la corresponsabilidad y reduce conflictos. La comunicación abierta sobre expectativas sexuales y cansancio evita resentimientos.
Autocuidado no es egoísmo; es mantenimiento preventivo del sistema nervioso. Incluye alimentación equilibrada, hidratación, estiramientos suaves, micro‑siestas y prácticas de respiración diafragmática. Registrar un diario de gratitud posparto mejora el ánimo y fortalece el vínculo con el bebé.
Conclusión Transitar el posparto implica aceptar vulnerabilidad y cambio. Pedir ayuda profesional ante señales de alarma acelera la recuperación y protege el desarrollo del niño. Construir una red colaborativa convierte el desafío en una experiencia de crecimiento compartido.