
Las habilidades de afrontamiento, también conocidas como "coping skills", son herramientas psicológicas que las personas utilizan para manejar el estrés, la ansiedad y otras emociones difíciles. Estas estrategias juegan un papel crucial en la salud mental y el bienestar emocional, especialmente en situaciones complicadas como problemas laborales, conflictos personales o enfermedades crónicas.
Entre las estrategias más saludables se encuentran la actividad física, la meditación, escribir en un diario, hablar con personas de confianza o acudir a terapia. Otras técnicas útiles incluyen la respiración profunda, la visualización positiva, el diálogo interno constructivo y la dedicación a pasatiempos o actividades voluntarias.
No obstante, algunas personas recurren a mecanismos de afrontamiento poco saludables, como el abuso de sustancias, la alimentación compulsiva o el aislamiento. Aunque estas conductas pueden aliviar temporalmente el malestar, a largo plazo suelen empeorar la situación emocional.
La terapia psicológica ayuda a identificar qué estrategias de afrontamiento se están utilizando, evaluar si son efectivas y enseñar nuevas formas más saludables de manejar el estrés. Al desarrollar estas habilidades, las personas pueden fortalecer su bienestar emocional y afrontar los desafíos de la vida con mayor equilibrio.