
La codependencia, dentro del ámbito psicológico, se refiere a un patrón de relación en el que una persona se centra excesivamente en las necesidades y emociones de otra, descuidando su propio bienestar. En las relaciones codependientes, una persona puede involucrarse profundamente en los problemas del otro y sentirse responsable de su felicidad, mientras que la otra parte puede volverse dependiente de ese apoyo constante.
Este patrón puede darse en relaciones románticas, familiares o de amistad. Entre los factores que lo originan se encuentran la baja autoestima, el miedo al abandono o la necesidad de tener el control.
La codependencia puede afectar negativamente la salud mental de la persona, generando sentimientos de culpa, vergüenza e inseguridad. Además, puede conducir a una pérdida de identidad personal y dificultades para establecer límites saludables, perpetuando el ciclo de dependencia emocional.
El abordaje terapéutico suele incluir terapia cognitivo-conductual o consejería de relaciones. Estas terapias ayudan a las personas a establecer vínculos más sanos, fortalecer su autoestima y recuperar su sentido de identidad. También permiten identificar y trabajar sobre los factores emocionales y psicológicos que sostienen la codependencia, promoviendo relaciones más equilibradas y satisfactorias.